La zona de los muslos se trata con una cicatriz en la parte interna de la pierna, que se continúa hasta la ingle pero no la recorre, sino que se ubica a los lados del área genital; de esta manera las cicatrices se ocultan muy bien y se logra estirar en simultáneo la zona inguinal y todo el muslo.
No consideramos como alternativa la incisión sólo en el pliegue inguinal, ya que no corrige la flacidez, ni de la zona inguinal, ni del muslo y suele dejar una cicatriz que se ensancha y desciende con el tiempo. Ubicando la cicatriz en la zona paragenital y en la cara interna del muslo, se distribuye bien la piel y se esconden las cicatrices.